En los hospitales se emplea en traumatología, en cirugía donde se utiliza para bajar la temperatura corporal del paciente, en las fases postoperatorias para ayudar a reducir los riesgos de hemorragia interna, en odontología permite reducir hinchazones y la inflamación… El hielo granular o en escama también se utiliza en el transporte de órganos.

El hielo granular se emplea para enfriar rápidamente las muestras biológicas y mantener una temperatura constante, evita la degradación de las proteínas, ácidos nucleicos y enzimas… Además, el hielo permite trabajar con pequeños volúmenes de muestras directamente en el banco en lugar de en cámaras refrigeradas, resultando mucho más cómodo para el investigador.

Son muchos los laboratorios experimentales y las farmacéuticas que emplean el hielo para: La refrigeración de las reacciones exotérmicas, el enfriamiento de los tubos en destilaciones, la reducción de la acidez en unas pocas reacciones exotérmicas, la conservación de las propiedades de determinados medicamentos.