Somos muchos los que disfrutamos, tanto en casa como en el trabajo, de hielo en cubitos. Cada uno disfruta de este gusto a su manera. Desde tratamientos estéticos a deliciosas bebidas o tener hielo de calidad siempre a la mano es una constante que perdura.

Sin embargo, la mayoría de las personas observan cómo las máquinas para hacer hielo en cubitos hacen su magia, pero ignoran la explicación detrás.

¿Cómo funcionan estas máquinas? ¿Cuál es la ciencia que lo hace todo posible? Resulta que este es un proceso de lo más interesante, perfectamente comprensible para la mayoría de las personas.

Como siempre, en ITV Ice Makers somos fanáticos de la industria del hielo y estamos constantemente transmitiendo datos curiosos a nuestros lectores. En esta ocasión, explicaremos el misterio detrás de las máquinas para hacer hielo en cubitos.

 

La innovación detrás de unos Cubitos Perfectos

Antes de explicar uno de los procesos técnicos más comunes de la industria del hielo, hay que dejar claro que conseguir la perfección no siempre es prioridad para algunas empresas fabricantes. Si bien es cierto que ITV es conocida por la perfección de sus cubitos de hielo, otras empresas aplican procesos de fabricación similares que siquiera atienden la calidad del hielo producido, solo la cantidad.

Es decir, el proceso detrás de la producción de hielo en cubitos no necesariamente ofrece una alta calidad en el resultado final. Para lograr esto, cada paso del proceso es ajustado a la perfección, utilizando solo los mejores materiales para conseguir resultados satisfactorios.

 

Entendiendo el proceso

El proceso que permite a las máquinas para hacer hielo en cubitos realizar su magia empieza con la emisión de un gas refrigerante dentro de una serie de pequeñas bobinas. Al forzar la emisión de dichos gases dentro de las bobinas, se genera un calentamiento natural.

Con el gas caliente, a la temperatura más adecuada, este refrigerante sale hacia una serie de tubos de mayor diámetro dentro del sistema. Al enfriarse, empieza la condensación del gas. Dicho gas refrigerante en las bobinas se vuelve líquido. La condensación del gas se lleva a un evaporador, usualmente fabricado en acero inoxidable, el cual posee un diseño de doble descarga.

Ahora, mientras todo esto sucede, hay una reserva de agua que la mantiene corriendo constantemente sobre el evaporador. Esta acción tan simple es lo que enfría el agua hasta llevarla a una temperatura apta para la congelación.

Las máquinas para hacer hielo en cubito cuentan con que el agua se congele al alcanzar los 32 grados Fahrenheit. Sin embargo, para hacer de esto una realidad tan precisa, es importante que el agua se encuentre completamente pura. Las mínimas impurezas en el agua pueden afectar directamente la capacidad de la misma para congelarse a la temperatura estimada. Por ello, los sistemas usualmente incluyen filtros que purifican el agua durante el proceso.

Luego, con el agua ya congelada, debido a las labores del evaporador a toda marcha, empieza la fabricación de los cubitos. El hielo cae en dispensadores que poseen las formas determinadas. De allí, hacia fuera de la máquina.

 

Lo que sucede en tu refrigerador ordinario

Muchos tienen en casa un refrigerador con función de dispensador de hielo en cubitos. Sin embargo, el proceso aquí es diferente. Como la función principal del refrigerador no es producir hielo, sino refrigerar alimentos a una temperatura mucho menos agresiva, estos equipos no poseen un sistema dedicado.

A diferencia de las máquinas para hacer hielo en cubitos, los refrigeradores con dispensador de hielo cuentan con un compacto y sencillo sistema de producción in-situ. El agua cae en una bandeja con la forma del cubito, la cual se enfría por la temperatura del congelador. Una vez congelada, una resistencia eléctrica en el piso de la bandeja se activa, derritiendo la cara del hielo que lo adhiere al plástico.

En ese momento, una pequeña palanca gira y empuja el hielo fuera de la bandeja de producción hacia el contenedor del dispensador.

 

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