Debemos abrir este artículo con una aclaratoria importante: no se trata de una era del hielo, sino de muchas eras. Estos son periodos cíclicos que el planeta experimenta cada tantos miles de años y es inevitable que, en el futuro, sigan ocurriendo.

Hay muchas cosas que se ignoran sobre las eras del hielo, muchas de ellas explicadas en un artículo recientemente publicado en nuestro blog. Entre las incontables curiosidades y hechos interesantes, está la explicación más simple detrás de su funcionamiento. Mientras que existen muchísimas teorías al respecto, unas más que otras se han convertido en las aclaratorias más aceptadas por la comunidad científica.

Hoy aprenderás con ITV Ice Makers sobre la era del hielo y su funcionamiento.

Periodos Glaciales e Interglaciares

Seguro que te sorprendería muchísimo escuchar que aun la última era del hielo no ha terminado todavía. Esta es una idea difícil de creer, pero, aun así, muy posible. Las eras del hielo se componen por periodos glaciales e interglaciares.

Los periodos glaciales son los momentos más fríos de una era del hielo, donde las temperaturas bajan de forma dramática y se forman nuevas masas de casquetes polares y glaciares. Esta expansión del hielo continental, acompañada por una evolución agresiva de las especies que buscaban sobrevivir, desarrolla glaciares en zonas que ahora mismo son calientes.

Por el otro lado, los periodos interglaciares, como su nombre lo indica, son los que separan a los glaciales y se caracterizan por ser cálidos. Las masas de hielo en todo el mundo se derriten como consecuencia natural del aumento de la temperatura y la radiación solar, aumentando los niveles de los océanos.

Viviendo en un Periodo Interglaciar

Según los hallazgos científicos, se puede decir con seguridad que estamos viviendo en un periodo interglaciar. Hace aproximadamente 10.000 años que terminó el último periodo glacial, dando por “terminada” una época de inclemente frío. Los bien conservados fósiles humanos y de animales, como los del mamut, provienen de esta reciente glaciación.

Los glaciares encontrados en la Antártica y Groenlandia, por dar dos ejemplos representativos, son pruebas vivientes del periodo interglaciar en el que vivimos. Por ende, hay teorías que apoyan el hecho de que el descongelamiento de estas masas de hielo y el subsecuente aumento de los niveles en los océanos son eventos inevitables, siendo estos parte de las variaciones orbitales.

Los Ciclos de Milankovitch

A principios del Siglo XX, un matemático llamado Milutin Milankovitch desarrollo una serie de teorías que se centraban en las bajadas de temperatura durante el verano y todos los factores que incidían en dicho fenómeno, todo en un esfuerzo de determinar cada cuánto tiempo ocurrían las eras del hielo.

En términos muy simples, Milankovitch determinó que estos factores eran la inclinación de la Tierra sobre su propio eje, la forma en la que la Tierra se tambalea y qué tan cerca llegaba a estar la Tierra del sol.

Luego de determinar esto, pudo dar a conocer que las eras del hielo están determinadas a repetirse cada 22.000, 41.000 y 100.000 años. Gracias a su labor matemática para probar esto, este proceso planetario se bautizó como los ciclos de Milankovitch, también conocidos como variaciones orbitales.

Glaciares con Vida y que Producían Glaciares

Una última cosa muy relevante que debemos mencionar sobre las eras del hielo, las que ya pasaron y las que están por venir, es el rol de los glaciares. Un glaciar es una masa de hielo que se forma por la acumulación de nieve junto con muy bajas temperaturas, causando una compactación resistente y duradera.

Además de estos hechos bien conocidos, hay más. Los glaciares han dado pistas clave para la elaboración de teorías reconocidas. La comunidad científica entiende que los glaciares se mueven y que los casquetes no son estáticos. Esto deja atrás una estela de escombros notables, como rocas gigantes que reposan a kilómetros de distancia de las montañas a las cuales pertenecían.

Otro rol del glaciar es que su aparición y crecimiento facilitaba la aparición de otros glaciares. Debido a su naturaleza, reflejan los rayos del sol de forma muy eficiente, evitando que la temperatura media suba y creando las condiciones más adecuadas para la formación de otros glaciares.

3.7/5 - (3 votos)