El hielo es un elemento muy presente en todo el planeta tierra y primordial para la vida en el mismo. Su formación natural está clara, aunque a veces nos deja formas imposibles y sorprendentes como es el caso de los icebergs, los glaciares o las estalactitas. Precisamente sobre la formación de estas últimas hablaremos hoy. Y es que las estalactitas son siempre símbolo de atractivo turístico en cuevas u otros lugares.

La creación de estalactitas obedece principalmente al ataque realizado por el dióxido de carbono que se encuentra disuelto en el agua de lluvia sobre la roca caliza, constituida ésta casi en su totalidad por carbonato cálcico. Como producto de esta reacción química aparece el bicarbonato cálcico, sustancia muy soluble en el agua. Cuando en el techo de una cueva afloran gotas de esta agua, se produce la reacción inversa: escapa el dióxido de carbono y precipita el carbonato cálcico,que comienza a formar concreciones alrededor del punto de caída de la gota hacia el suelo. El crecimiento de éstas es muy lento, estimándose que para crecer 2,5 cm se precisan entre 4.000 y 5.000 años.

Por lo tanto, se puede concluir que estas formaciones no son fruto de un solo día sino de la constancia de miles de años. En ese sentido, cabe destacar que la estalactita más larga de la que se tiene noticia se encuentra en la cueva de Poll an Ionana, en Irlanda, y mide 6,20 m.