Existen unas formaciones peculiares de hielo que navegan por el “corazón” de Plutón que parecen ir a la deriva.
La Región de Tombaugh es conocida como “el corazón” de Plutón por su forma. Es la parte con luz más grande de este planeta enano.

Se trata de una enorme planicie que se compone por hielo de nitrógeno y que forma increíbles glaciares en sus zonas limítrofes. El lóbulo oeste de este corazón helado lo conforman unos 1000 kilómetros de nitrógeno y otros hielos y se denomina Sputnik Planum.

Se cree que esta zona se creó tras un gran impacto en la superficie de Plutón cuyo agujero se rellenó con la mezcla de; agua, nitrógeno y amoníaco. Desde las imágenes que nos llegan desde la sonda espacial New Horizon podemos admirar estas montañas de hielo cuya longitud es de hasta 20 kilómetros de largo.

Lo que más llama la atención de este fenómeno geológico es su corta edad. Y es que la NASA (Agencia Espacial de EE.UU.) está fascinada por la increíble actividad geológica de este cuerpo celeste. Desde aquí se confirma que estas montañas flotan en un mar de nitrógeno congelado y se mueven de la misma manera que los témpanos de hielo en el océano Ártico de la Tierra.

El motivo por el que flotan es porque el hielo de nitrógeno es considerablemente más denso que el hielo de agua. Estas cadenas montañosas pueden llegar a medir 3,4 kilómetros de alto como los montes Norgay o 1,6 kilómetros como es el caso de los montes Hillary.

El espacio exterior siempre ha supuesto un gran misterio para el ser humano, por su lejanía, por su carácter inalcanzable y obviamente por la belleza que admiramos tumbados en la hierba mirando al cielo. Cada día y gracias a los avances tecnológicos podemos adquirir más datos e información sobre el universo. Algún día quizás tengamos la suerte de poder tocar y sentir parte del mismo que tanto interés nos suscita.

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